Soy la mami de Rafael, Gabriel y Joaquín a quienes amo con todo mi ser.
Desde muy chica tuve una gran fascinación por la mente humana. Por qué somos como somos? Por qué esa persona se comporta de una manera distinta a mí? Qué hace que una persona sea única y especial? Esas eran algunas de las preguntas que me hacía. Mi viaje vocacional empezó con la convicción de que sería genetista, luego bióloga, neuróloga y finalmente psicóloga. Esta última me permitía resolver mis preguntas, y tener un contacto cercano, constante y directo con las personas.
Es así, que luego de 6 años, me gradué como Psicóloga Clínica de la Universidad de Lima. Para graduarme realicé gran parte de mi internado en el Hospital Rebagliati donde tuve la suerte (y gran desafío) de rotar por las áreas de psiquiatría, neuro-pediatría y neonatología. Aprendí muchísimo observando, evaluando y haciendo seguimiento a madres, bebés y niños, entendiendo sus necesidades particulares, las dificultades que cada familia atravesaba y finalmente sugiriendo diagnósticos clínicos. Cuando miro hacia atrás, recuerdo que una pregunta fundamental en la evaluación clínica era el sueño infantil. Los hábitos, las rutinas y los horarios… todos cruciales para identificar y descartar dificultades de aprendizaje, de memoria y de desarrollo.
Sin embargo, la vida me llevó por un camino diferente. Tuve la oportunidad de empezar a trabajar en el mundo empresarial y sumergirme en las distintas áreas y procesos de Talento Humano. Para ampliar mis conocimientos me mudé un año a Londres donde realicé una Maestría en Gestión Humana en London School of Economics (LSE). Trabajé por más de 12 años en empresas mundiales de tecnología donde impulsé el crecimiento profesional y la mejora continua de las personas... para luego, finalmente, volver a acercarme a mis raíces vocacionales psicológicas y empezar a atender en consulta.
Fue cuando me embaracé y nació Rafael que mi vida dio un giro total. La forma como veía muchas cosas cambió, sobre todo, como veía la maternidad. Entendí que no hay una sola forma de criar, que cada mamá es distinta, que mi manera no necesariamente es la mejor, que cada bebé es único y que cada dinámica familiar es muy particular. Me di cuenta lo FÁCIL que es juzgar y ser juzgada sobre todas las decisiones que tomamos como madres. Apreciar cada estilo de crianza es retador pero hermoso a la misma vez porque te abre la mente, volviéndote más respetuosa, tolerante y empática con el otro.
Definitivamente, la maternidad ha sido la experiencia más alucinante, pero desafiante, que he tenido en mi vida. NO DORMIR. No dormir por VARIOS meses más de 1 o 2 horas corridas en la noche definitivamente me pasó factura. Además, me vi en una situación muy difícil pues tenía que regresar a la oficina cuando Rafael tenía tan solo 3 meses. Me dio mucha angustia dejarlo en casa sin mi supervisión. Pero, lo peor, fue intentar trabajar estando realmente EXHAUSTA. No rendía bien, estaba irritable, cansada, y con una muy mala memoria. A eso le agrego que cada 3 horas tenía que ir al cuarto de lactancia para extraerme leche, pues para mi la lactancia materna es esencial. Si bien mis jefes respetaron al 100% estos espacios de lactancia… NO fue fácil.
En fin… Qué hice para mejorar mi situación? Renunciar a mi trabajo y ser mamá a tiempo completo no era una opción viable para mí, así que decidí tomar al toro por las astas y enseñarle a Rafael a dormir.
Después de pasar por esta experiencia, mi vocación por acompañar y mejorar la salud de las familias regresó... de manera abrupta y sin previo aviso. Estudié para ser Sleep Coach en el Family Sleep Institute y reforcé que el sueño es FUNDAMENTAL para el desarrollo neurológico y emocional de los niños. La falta de sueño tiene un impacto directo en el aprendizaje, la memoria y el ánimo de los niños y adultos. Además, una falta crónica de sueño puede afectar el sistema inmune y los niveles de glucosa en sangre, y a nivel psicológico generar depresión post-parto y altos niveles de angustia. El sueño no es un lujo, es una necesidad biológica, básica, y NO NEGOCIABLE.
Ahora, acompaño desde el respeto, la comprensión y la empatía, a mamis y papis que buscan enseñarle a sus bebés a dormir y mejorar los hábitos de sueño. Para mí, la lactancia materna es clave en el desarrollo infantil, por lo que, si lo deseas, será tomada en cuenta en el camino hacia el buen dormir de tu bebé. Me certifiqué como especialista en Destete Respetuoso en Edulacta.
Mi único deseo, al final, es que juntas logremos alcanzar el descanso saludable y seguro que tus hijo/as y TÚ merecen y necesitan.